Funcionamiento

Actualmente, la Junta está compuesta por 25 miembros, representantes respectivos de cada uno de los pueblos cogozantes que se reunen dos veces al año: el último fin de semana de febrero y el 29 de septiembre.

Estos pueblos son: Ancín/Antzin, Aramendía/Aramendia, Aranarache/Aranaratxe, Artaza/Artatza, Baquedano/Bakedao, Baríndano/Barindano, Ecala/Ekala, Eulate, Galbarra, Galdeano/Galdio, Ganuza/Gauza, Gastiáin/Gastiain, Gollano, Larraona/Larragoa, Mendiliabarri, Metauten, Muneta, Murieta, Narcué/Narkue, Ollobarren, Ollogoyen/Ollogoien, San Martín, Ulíbarri/Ulibarri y Viloria/Biloria, Zudaire.

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Los representantes de cada uno de estos pueblos son elegidos para cuatro años (antes, se renovaban cada dos) y entre ellos, se nombraba a un Presidente, a un Vicepresidente, al Secretario, al Depositario, al Ermitaño, encargado de mantener y cuidar la Basílica de Santiago de Lokiz -donde también se celebraban las reuniones de la Junta- y a los guardas.

Las figuras del Presidente, Vicepresidente y Depositario se mantienen en la actualidad, sin embargo, es la Junta Permanente -integrada por cinco miembros (un representante de cada valle y un representante para Distrito de Metauten y Valle de Allín) – la encargada de ejecutar y llevar a cabo las decisiones que se toman en la Junta General, donde sí se reúnen los 25 junteros.

Entre las funciones de la Junta Permanente, está la de recopilar y presentar la información necesaria para una óptima toma de decisiones. Ésta y otras responsabilidades se realizan en coordinación con la actual Secretaria, encargada de organizar, coordinar y tramitar los temas administrativos que afectan a la organización, así como de redactar las actas de las reuniones o velar por el correcto funcionamiento burocrático de la institución.

Para honrar la memoria de siglos y siglos de tradición, aún hoy algunas de las reuniones de la Junta General se siguen celebrando en la Basílica de la Sierra de Santiago de Lokiz.

Atribuciones y responsabilidades de la Junta

  • Aprobar los presupuestos
  • Acotar los pastos y los viveros
  • Conceder permisos de construcciones ganaderas
  • Conceder permisos para extraer la leña y distribuirla en lotes entre los vecinos
  • Efectuar sanciones y/o multas por infracciones
  • Comunicar anualmente a la Diputación el estado de cuentas y un informe de los materiales concedidos a los vecinos, las subastas a realizar y cualquier proyecto que pueda modificar las Ordenanzas.

También corresponde a la Junta señalar las retribuciones a sus miembros, aunque en la actualidad, dichas retribuciones se limitan a cubrir dietas puntuales y el hecho de “ser juntero” representa más un acto de responsabilidad y compromiso personal para con la comunidad y, sobre todo, para con la propia Sierra de Lókiz, que cualquier otra cosa.

En definitiva, desde hace más de siete siglos, tanto por tradición como por ley, todas las decisiones que han afectado a la Sierra de Lokiz han sido votadas, consensuadas y llevadas a cabo por los miembros de la Junta o “junteros” como máximos representantes del gobierno de la sierra.